Hay un nuevo tira y afloja en el seno de la Unión Europea. La futura Ley de Ciberresiliencia (‘Cyber Resilience Act’) quiere atajar el problema de la ciberseguridad obligando a que los productos de software y hardware estén bien actualizados, pero la última propuesta legal tiene un problema de fondo que ha generado muchas críticas.

Alarma entre los desarrolladores open source.  En una carta abierta a la Comisión Europea, una docena de desarrolladores de la comunidad open source han expresado que la ley de ciberseguridad, tal y como está escrita ahora mismo, puede tener un «efecto devastador» en su trabajo.

Entre los firmantes se encuentran organizaciones de renombre como la Linux Foundation Europe, Eclipse Foundation o la Open Source Initiative. Un grupo que argumento que el open source representa el 70% de los desarrollos de software en Europa, pero que no goza de la protección que creen merecen.

No tienen los recursos necesarios. El último borrador exigirá que dispositivos como electrodomésticos inteligentes estén actualizados y se mantengan al día de los parches de seguridad. De lo contrario podrían enfrentarse a multas de hasta 15 millones de euros.

El objetivo es que el software entre dentro de las exigencias de certificación, independientemente de si los desarrolladores han publicado ese código como open source o de forma privativa. Unos requisitos que no todos los desarrolladores podrían estar preparados para afrontar.

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