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Pemex llega al 83 aniversario de la Expropiación Petrolera con el reto de rescatar la producción de crudo. Y aunque va avanzando en este propósito, enfrenta grandes dificultades, considera el doctor Miguel García Reyes. El experto en análisis geoestratégico de la energía, advierte que las guerras en el mundo impactarán la industria mexicana

Con una producción petrolera que ya supera el millón 700 mil barriles diarios, avanza el programa de rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex) –impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador–, pero lo hace con dificultades, señala el doctor Miguel García Reyes, coordinador general de la Red de Especialistas en Seguridad Energética y Cambio Climático.

El experto considera que, en cuanto a la producción de petróleo, es muy difícil que se llegue a la meta que este gobierno se trazó de 2 millones 400 mil barriles diarios. No obstante, destaca que se ha superado la situación tan crítica en la que dejó a la empresa el gobierno de Enrique Peña Nieto; pues aún con la crisis causada por la pandemia de Covid-19 y las restricciones que enfrentó la industria a nivel mundial, México produce 400 mil barriles diarios más.

En el marco del 83 aniversario de la Expropiación Petrolera, el doctor en geofísica por la Universidad Estatal Mijaíl Lomonosov, de Moscú, advierte que un retroceso importante en los objetivos de garantizar la soberanía energética fue que, “desafortunadamente, nos quitaron 100 mil barriles en la reunión de la OPEP+ del año pasado. Nos obligaron a reducir nuestra producción para poder aumentar el precio. Es una fatalidad lo que pasó con el mercado petrolero mundial”.

Pero las dificultades van más allá de la crisis de la pandemia. El investigador del centro de Investigaciones Geopolíticas en Energía y Medio Ambiente observa que la situación de Pemex es angustiante respecto de lo que puede lograr este gobierno, pues para darle continuidad al proyecto tendría que llegar al poder un presidente con la misma tendencia de izquierda. Aún si eso pasara, no es previsible que en algún momento México produzca 3 millones 200 mil barriles diarios como ocurrió en 2002, con el pico de máxima producción.

No obstante, dice, “Pemex ya puede respirar. Ya no es el bastión que era en esos años cuando aportaba 40 por ciento de los impuestos que recibía [la Secretaría de] Hacienda. Aunque va muy lenta la recuperación”.

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